Dice Alonso de Herrera en 1790
«El agricultor ilustrado lee, aprende, compara, y con todo conocimiento establece las buenas prácticas que prometen aumentar los rendimientos y el valor de su hacienda. Debe servir de guía y ejemplo para los que no trabajan más que por rutina ni progresar más que por imitación»
(Donde dice «agricultor» puede leerse «fotógrafo» sin ningún problema).