Saludo

¡Que Dios nos resguarde a ti y a mi de la incertidumbre sobre el buen camino; que no nos imponga un peso mayor que nuestras fuerzas; que nos destine con su excelente ayuda una guía segura que nos encamine a obedecerle; que, con su apoyo, nos otorgue un freno que nos aparte de rebelarnos contra Él; que no nos abandone a la flaqueza de nuestros intentos, al desfallecimiento de nuestras fuerzas, a la fragilidad de nuestra naturaleza, a la disputa de nuestros pareceres, a la mala elección de nuestro albedrío, a la exigüidad de nuestro discernimiento y a la depravación de nuestras pasiones!

 

Ibn Hazem, Játiva, año 1022. Prólogo a «El collar de la paloma».

 

 

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s